lunedì 18 ottobre 2010

Coffee Pots Parma Skyline



Rompimos dos cafeteras, pero si nos dejan otro año romperíamos más de las que hay en el cuadro. Teníamos la extraña manía de beber café a rachas, algunas tardes rozábamos al borde de la taquicardia (una de las causas de dejar el ajedrez de la siesta)y necesitabamos una salida al fresquito de la via que llevaba hasta otra casa. Cambio cerveza por café, sacudíamos los nervios proyectándolos en otr@s y nos relajábamos pensando en la vuelta. ¿Cómo volver? Otra puta manía, no pensar en la vuelta. El ciego no nos duraba más de diez segundo sobre/bajo el hielo, llorábamos ante lo único que nos sensibilizaba, algunas veces maldecíamos no haber hecho la compra (visita a la China) otras veces pensábamos únicamente en el nórdico (grazie Ceci).

Por fin, y sin saber como, llegábamos. Película, estamos de Erasmus copón. ¡Mañana no sabemos si al volver de Venecia/Génova/Milán/Bolonia/vetetúasaber vamos a poder verla juntos! Nos daban las mil. Ya os digo que el café iba por rachas, aunque no faltase nunca, en realidad éramos más de cervezas.

Foto: Balaguer.

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