lunedì 18 ottobre 2010

Coffee Pots Parma Skyline



Rompimos dos cafeteras, pero si nos dejan otro año romperíamos más de las que hay en el cuadro. Teníamos la extraña manía de beber café a rachas, algunas tardes rozábamos al borde de la taquicardia (una de las causas de dejar el ajedrez de la siesta)y necesitabamos una salida al fresquito de la via que llevaba hasta otra casa. Cambio cerveza por café, sacudíamos los nervios proyectándolos en otr@s y nos relajábamos pensando en la vuelta. ¿Cómo volver? Otra puta manía, no pensar en la vuelta. El ciego no nos duraba más de diez segundo sobre/bajo el hielo, llorábamos ante lo único que nos sensibilizaba, algunas veces maldecíamos no haber hecho la compra (visita a la China) otras veces pensábamos únicamente en el nórdico (grazie Ceci).

Por fin, y sin saber como, llegábamos. Película, estamos de Erasmus copón. ¡Mañana no sabemos si al volver de Venecia/Génova/Milán/Bolonia/vetetúasaber vamos a poder verla juntos! Nos daban las mil. Ya os digo que el café iba por rachas, aunque no faltase nunca, en realidad éramos más de cervezas.

Foto: Balaguer.

domenica 10 ottobre 2010

¡Querido Líder!

Hace mucho mucho tiempo en una zona remota de la tierra se estableció una frontera ficticia en un país como símbolo de los bloques que controlaban el mundo. Esta es una división que se mantiene hasta nuestros días y la verdad es que entre sus límites se producen situaciones que harían sonrojarse a cualquiera.
Me estoy refiriendo a una República Democrática Popular de corte Socialista, que de democrática y de popular tienen bastante poco, y qué decir del tema socialista... y como muestra un botón:
Se ha convertido en el único sistema socialista hereditario del mundo (vamos en un sistema de implantación monárquica de facto, para los poco hábiles en símiles). Nos encontramos aquí consagrados a una idea firme y fuerte - los de arriba, porque dicho sea de paso les va muy bien con ella- donde se está oprimiendo un pueblo, sus ideas y libertades; por no decir de sus necesidades vitales como comer, pero estas hace ya mucho tiempo que pasaron a un segundo plano.
Hoy el Querido Líder ha asegurado la sucesión en el trono socialista a su estirpe, como le ocurrió a él con su padre, y mientras en el país sus camaradas pasan hambre, hemos podido ver como la gran cúpula de los dirigentes están de bastante buen año (o buenos lustros) y no muestran ningún signo de escasez...
¡Hay Dios si Marx levantara la cabeza!