giovedì 7 aprile 2011

Orden de embargo en Oranienburger



Parece que fue ayer cuando me tomé una cerveza en el mítico Zapata del Tacheles. Este emblema del Movimiento Okupa en pleno centro de Berlín, en la Oranienburger Strasse, parece que conoció tiempos mejores.
Era una isla en medio de la capital alemana, vanguardia de vanguardias en tantas cosas, donde existían diferentes espacios sobre todo de arte libre a disposición de berlineses y foráneos como fue mi caso.
Según conozco, desde hace algún tiempo dos grupos se habían forjado en el corazón del viejo edificio de 5 plantas, que básicamente se enfrentaban a los problemas que que padecía el inmueble con prismas diferentes... muchas han sido las tentativas por parte de los bancos de subasta, compra, demolición o remodelación del entorno y hasta hoy todas se habían evitado, lográndose incluso una determinada protección urbanística a fin que fuera más difícil que cayera en manos codiciosas que decidiesen terminar con todo. Pero, cosas del poder de un fajo de verdes (aunque en Europa más bien sean rosa y se haya necesitado bastante más de un fajo...), ha llegado la noticia que, algunas de las personas que ocupaban el edificio, lo han vendido por aproximadamente 1 millón de euros -o parte de él-.
Lejos de meterme en situaciones que desconozco sobre las posiciones exactas de los grupos, y sin valorar la evidentemente cuestionable venta de un patrimonio ocupado (que por otra parte, no hace más que dar alas a lo que se supone que se está luchando), quería poner el acento en la expropiación. Así, me siento orgulloso de haber estado en algún momento en aquella mole de ladrillo tostado, de haber estado en su pasaje hacia el jardín trasero donde se exponían esculturas; en sus oscuras escaleras cuya única iluminación eran dispersos fluorescentes de varios colores; de haberme sorprendido de sus paredes llenas de grafiti mitad sucias mitad museo y de las zonas de creación y exposición...
Hoy parece que todo eso se va a terminar y se pondrá punto final a la vida de más de 20 años de ese faro urbano para que pase a tener quién sabe qué otros usos, aunque estando donde está probablemente será inmobiliario.