Jamás se me hubiera ocurrido escribir un post que verse sólo sobre mi insulsa existencia, pero habida cuenta del tiempo que tengo abandonado el PaquipaParma... creo que era necesario, como también lo ha sido que alguien me lo recuerde, además, con un post que plasma la esencia de lo que yo identifico como mi existencia parmesana.
Las semanas pasan y no sólo de ajetreos vive el hombre; en pie a la mañana, cirugías y guardias... sino que de vez en cuando hemos de observar por la pequeña ventana abierta sobre el plomizo nublado para poder ver otras realidades...
Esta es una reflexión sobre el "perder el tiempo", sobre las escalas de valores que fijamos en nuestras vidas.
Habitualmente a lo que me estoy refiriendo aquí se lo considera banal: no se nos permite aprovechar los pequeños ratos libres para poder tumbarnos sobre la hierba mojada bajo esa nube que quiere ocultarnos la vida pasar, por ello no tenemos esforzarnos en desenmarañar un pequeño hueco por el que volver tener contacto con aquello que importa.
A menudo, como el caballo que se aleja del camino necesitamos un tirón de las riendas, un golpe de vara, para reaccionar, volver de ese estado obnubilado por la rutina y reconquistarnos a nosotros mismos...
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