Ahh que tiempos aquellos en los que con una sola llamada al Presidente del Mundo se solucionaban las cosas. Pero lamentablemente, de estar casi en el G8 hemos devenido en simples humildes zapateros, y esto tendrá difícil solución.
Cuando los fantasmas del pasado regresan -ahora legitimados por Google- ¿quién nos salvara de la hecatombe de volver a caer en las Taifas?
No se me ocurre nada más importante que resaltar en los periódicos... las cosas que no nos pasen a nosotros...
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