Cuando yo decía que a más de uno le empezaban a pesar los pantalones estaba claro que esto iba a pasar. La revuelta se extiende por el Magreb, el país de bandera verde se encuentra en el centro del ojo del huracán.
Cierto sátrapa se ha prometido no salir de su madriguera. Ahora que se está volviendo a convertir en aquel perro loco, me parece que ciertos gobernantes deberían explicar por qué se retomaron relaciones diplomáticas con él... obnubilado en mis pensamientos intentando dar con la razón, he notado un cierto olor fuerte que parece que me ha despertado la neurona. Os lo describo por si también lo notáis, es muy similar al del petróleo, creo que llega a ser casi gasolina.
Este señor que durante años fue sinónimo de terrorismo (financió diferentes atentados) lo vuelve a ser ahora, pero de un modo atroz, lanzando contra su propio pueblo feroces ataques aéreos.
Y como tónica en las revueltas vividas, la inacción. Tenemos a Italia, que no condena al Líder de la Revolución, Europa que como siempre va a la zaga del resto (Catherine Ashton tiene la facultad de desaparecer cuando las cosas se ponen feas) y la ONU, cuyo consejo de seguridad todavía tiene que pensar si aquello es o no un crimen de Lesa Humanidad. Mientras tanto, el déspota se amarra al sillón, agita el espantajo de la guerra civil, azuza a su cachorro amenazante contra el pueblo, incita a la confrontación abierta, contrata mercenarios para que masacren la libertad de expresión... pero en fin creo que deberemos esperar a que el pueblo Libio se desangre entre sí para actuar.
(imagen, muy buena, por cierto, cogida de http://www.expat-blog.com/forum/viewtopic.php?id=67660&p=4)